District Heating & Cooling vuelve: ahora es para quedarse

El District Heating & Cooling, o calefacción y refrigeración de distrito, es un viejo amigo, que tras la individualización de los edificios y barrios con viejas calderas de carbón, gasóleo o leña a gas natural resurge en favor de la economía de escala y de la eficiencia energética. Una de las ventajas que ofrece es la generación de energía térmica de forma eficiente y sostenible. 

Se ha redescubierto por eficiencia y sostenibilidad, en un triple sentido. El primero de ellos es por eficiencia cuando proviene de calor residual industrial; el segundo es por sostenibilidad cuando su origen es en fuentes de energía renovables, sin ser residual, ya sea a nivel de gestión o incineración de residuos con residuos, en forma de biogás; y, finalmente, cuando la energía térmica es generada mediante Energías renovables y/o calor residual proveniente de energías renovables es por eficiencia y sostenibilidad.

Bien es sabido que existen procesos de generación de energía eléctrica o industriales dónde se genera, a su vez, energía térmica Sin embargo, en muchos casos esa energía térmica residual se pierde, debido a que no existe una red de energía térmica para trasportar esa energía al punto de consumo. Al respecto, hay que decir que el trasfondo de la calefacción de distrito es aprovechar la energía residual térmica de estos procesos para aprovechar este excedente, que se está desperdiciando.

En la actualidad no son muchos los proyectos de District Heating & Cooling puestos en marcha en España, a pesar de las grandes ventajas que genera para calentar y refrigerar los hogares, edificios y equipamientos de las administraciones públicas. En particular, en todo el territorio español, hay un censo de 56 redes activas, muy por debajo de la media del resto de Europa, y no por falta de recursos energéticos, obviamente, sino por una falta de concienciación en el cambio de modelo energético.

Pero esto está a punto de cambiar a pesar de las carencias de la normativa en España y la deficiente y tardía transposición de la Directiva de Eficiencia Energética.  Mediante el Real Decreto 56/2016, por el que se transpone la Directiva 2012/27/UE, se busca promover la eficiencia energética en la producción y uso del calor y del frío. En este sentido, el Ministerio de Industria, Energía y Turismo llevará a cabo, y notificará a la Comisión Europea, una evaluación completa del potencial de uso de la cogeneración de alta eficiencia y de los sistemas urbanos de calefacción y refrigeración eficientes.

Añade, además, que las Comunidades Autónomas y las entidades locales (sector público) podrán adoptar políticas que fomenten el análisis a escala local y regional del potencial de uso de sistemas de calefacción y refrigeración eficientes, dado que, como no puede ser de otra forma, la eficiencia energética es un aspecto esencial de la estrategia europea para un crecimiento sostenible en el horizonte 2020, y una de las formas más rentables para reforzar la seguridad del abastecimiento energético y para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y de otras sustancias contaminantes.

El desarrollo de las redes de calor y refrigeración plantea, además, numerosos retos legales, en un contexto de poco desarrollo normativo, a diferencia de lo que sucede en los sectores eléctrico y gasístico.

Seguiremos de cerca la evolución de este modelo de calefacción y refrigeración de distrito, y próximamente continuaremos analizando esta temática en nuestro blog.