martes 3 de febrero de 2015, «Ahogados en la charca o electrocutados en el BOE»

Jorge Fabra Utray, presidente de Economistas Frente a la Crisis, pronunciaba esta frase "creo que somos casi como bacterias que consumimos el oxígeno de la charca en la que vivimos y acabaremos con nuestra vida", durante la presentación del libro Alta Tensión, que propone un nuevo modelo energético, sostenible y ciudadano. Así expresaba su pesimismo por el comportamiento del que Fabra Utray denomina "homoeconomicus", ese depredador que cada mañana se sitúa un paso más cerca del abismo y que con suerte, se salvará de la caída por el gen tecnológico, ese que se empecina en hacer suyo todo lo bueno del sol, el viento o la fuerza que fluye.

A la batalla diaria del optar entre inspirar todo el oxígeno sin preocuparnos de si se agota o de oxigenarnos solo si es necesario, se ha sumado en los últimos años otro problema: la aparición del "homolegislatibus". Que no es otro que aquel que no es capaz de pensar más allá de una legislatura y que se siente tan poderoso como soberbio para solo escucharse a sí mismo.

Solo la aparición del homolegislatibus explica que ante la urgencia de un problema se dilaten decisiones  y sea necesario recurrir a la intervención de homolegislatibus  de rango superior para dilucidad asuntos vitales. Es éste el motivo antropológico que aclararía por qué ha sido necesario que Piet Holtrop, socio del despacho Holtrop SLP, Transaction & Business Law, haya acudido con 45.000 firmas a modo de aval ante el Parlamento Europeo para denunciar las trabas que el gobierno español impone desde hace años al autoconsumo eléctrico. La petición ha sido admitida a trámite.

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  El vatio imponente