Irlanda, cuarto Estado llevado al TJUE por incumplir la Directiva de Renovables

Algo se mueve en Bruselas. La paciencia de la Comisión Europea ante los reiterados incumplimientos de la Directiva de Renovables se está agotando. Los Estados no reaccionan ante los requerimientos y los dictámenes motivados de la Comisión Europea, y por lo tanto están comenzando a ser llevados ante el Tribunal de Justicia de la UE, corriendo el riesgo de sufrir una cuantiosa sanción económica. 

El primer Estado en ser llevado ante el TJUE fue Polonia, el pasado junio de 2013 (Asunto C-320/13), por no adoptar las medidas de transposición de la Directiva de Renovables, o cuanto menos, por no notificarlas a la Comisión. La Comisión solicita al TJUE que imponga a Polonia una sanción de 133.228 euros diarios durante todo el plazo que tarde Polonia en cumplir, a contar desde el momento en que se dicte la sentencia.

Después fue Chipre, en julio de 2013, quien fue objeto de un procedimiento de incumplimiento, porque al parecer tampoco adoptó las medidas de transposición de la Directiva de Renovables (Asunto C-386/13). La multa solicitada es de 11.404 euros al día.

El tercer Estado contra el que se inició un procedimiento de incumplimiento en el TJUE fue Austria (Asunto 663/13), en diciembre de 2013. El motivo fue el potencial incumplimiento de diversas normas de la Directiva de Renovables, como los artículos 2, 3, 5, 13 ó 16 y la multa solicitada, de 40.512 euros diarios.

Y la semana pasada se hizo público que también Irlanda iba a ser llevada ante el TJUE por incumplir la Directiva de Renovables, en particular, por no adoptar suficientes normas para garantizar el cumplimiento del objetivo de cuota de renovables para 2020, por los procedimientos administrativos para las instalaciones renovables, por no gestionar el acceso a la red de las energías renovables y por la falta de criterios de sostenibilidad sobre biocombustibles.

EL TJUE aún no se ha pronunciado sobre ninguno de los cuatro procedimientos abiertos, y todavía tendremos que esperar hasta que se dicte sentencia. Hasta finales de 2014 es difícil que se resuelva ninguno de los procedimientos de incumplimiento.

La decisión de llevar a un país ante el TJUE es el corolario de un largo proceso. Antes tiene que haber una decisión de apertura del procedimiento (derivada o no de una denuncia), un requerimiento al Estado y un dictamen motivado. Diversos Estados han recibido ya el requerimiento y/o el dictamen motivados, por lo que sus incumplimientos podrían llegar pronto al TJUE.

Uno de esos Estados es España, como no podía ser de otra manera, dado su pobre curriculum de respeto al Derecho Europeo. Nosotros hemos presentado cuatro denuncias ante la Comisión Europea, una de las cuales ya ha generado la apertura de un procedimiento de información. Además, la Comisión envió un dictamen motivado a España el pasado septiembre de 2013 por no transponer la Directiva, con lo que el siguiente paso será el TJUE.

Además, en su nota de prensa informando sobre la apertura de procedimiento ante el TJUE a Irlanda, la Comisión dice expresamente que "la Comisión está estudiando la situación en otros Estados Miembros a los que ya ha enviado el requerimiento o el dictamen motivado. Por lo tanto, la decisión de hoy de la Comisión puede ser complementada con nuevos procedimientos ante el TJUE durante los próximos meses."

Por lo tanto, es de celebrar que la Comisión comience a abrir procedimientos ante el TJUE por incumplimiento de la Directiva de Renovables y esperamos que no deje del lado los incumplimientos del Estado que está liderando los incumplimientos materiales de la Directiva, que es España. Para ello, continuaremos acudiendo a Bruselas a explicarle a la Comisión los incumplimientos españoles todas las veces que sea necesario.