El complicado caso de la producción europea de placas fotovoltaicas
El grupo Coreano Hanwha a oficializado el día 30 de agosto la compra de Q-Cells, productor alemán entre los lideres europeos (y en su tiempo mundiales) en las energías renovables. Esa impresa, agobiada por las deudas, tuvo que mostrar bandera blanca a sus competidores salvando por lo menos la mayoría de sus trabajadores del paro.
Esa adquisición representa un hecho muy importante para la industria fotovoltaica mundial y marca una vez más el declive de los productores europeos de placas fotovoltaicas que sucumben inevitablemente delante de los gigantes asiáticos.
Estamos hablando de una situación sin dudas negativa en muchos aspectos pero sí tiene unas ventajas para los inversores europeos si nos paramos a mirar el otro lado de la medalla.
Por supuesto los productores europeos han sido pesantemente dañados por una política energética China que ha permitido a ese país de subir en unos pocos años desde cero hasta más del 50% de la producción mundial de placas fotovoltaicas. Esto ha sido posible porque el gobierno chino sigue poniendo dinero en el sector y financiando productores que de otra manera no podrían sobrevivir vendiendo placas a un precio a veces hasta mas bajo del coste de producción.
Por contra, aunque estemos delante a un claro ejemplo de dumping (Estados Unidos por ejemplo ya se movieron para proteger su mercado interior) y no obstante los productores pidan medidas urgentes, la Unión Europea todavía ha elegido no actuar de esta manera.
Las razones se encuentran principalmente en la posición de Alemania que, tras abandonar el nuclear de su mix energético quiere recurrir masivamente a la energía fotovoltaica y no parece dispuesta a renunciar a los beneficios de los precios bajos de las placas de fabricación china.
Así que podemos concluir como no siempre una situación aparentemente negativa sea totalmente desfavorable y, aunque a todos nosotros nos gustaría ver a los productores europeos prosperar económicamente en un mercado interior en crecimiento, tenemos que conformarnos con una realidad dura pero al mismo tiempo próspera de oportunidades.
Quizás las ayudas del gobierno chino podrán permitir al mercado fotovoltaico de la Unión, lo cual sigue siendo el más grande del mundo, de aprovechar de los precio bajos para desarrollarse finalmente y hacerse más independiente de unas primas que, aunque instrumento fundamental, han caído victimas de las inquietudes de la clase dirigente.
Un paso más hacia una generación energética distribuida.
ACTUALIZACION: El pasado jueves la Comisión Europea decidió empezar un procedimiento de investigación en relación al posible dumping causado por las placas solares chinas. Reacciones inmediatas favorables a la una o a la otra parte han llegado de todo el sector de la energía solar, las ONG y los gobiernos y las diferentes posiciones están disponibles en la web.