Cien millones de millones de dólares
Es la cifra que nos dio Jeremy Rifkin la semana pasada durante su intervención en una conferencia en Sant Cugat del Vallès (Barcelona) y que representa los costes hundidos de la industria energética global por la transición a un nuevo modelo energético. Continuando con las cifras, cuarenta y ocho billones de dólares es lo que, según la Agencia Internacional de la Energía, necesitamos invertir hasta el 2030 para instalar la tecnología que nos permita ser más eficientes y usar menos energía, y para generar la restante que sí que necesitamos de forma más limpia.
¿Quién tendrá que soportar la factura? Observando la práctica regulatoria en nuestro país, la realidad es que parte de estos costes hundidos ya se han desviado al sector de las energías renovables. A estos les recortaron hasta un 50% su retribución legítimamente prevista.
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